La frase está sacada del lema del ejército filipino, la cual nace a partir del proverbio “No importa lo larga que sea la procesión, siempre
acaba en la puerta de la iglesia”.
Con estas dos demoledoras frases da comienzo la
sorprendente e inquietante película “Metro Manila” (2013).
Una frase que nos acompañará a lo largo de toda la proyección y que nos hará adentrarnos en el pellejo de la desamparada pareja protagonista. Todo ello envuelto con el asfixiante clima que se respira en la convulsa Manila, la capital de Filipinas, y que te atrapará hasta el último momento sin darte un respiro.
Una frase que nos acompañará a lo largo de toda la proyección y que nos hará adentrarnos en el pellejo de la desamparada pareja protagonista. Todo ello envuelto con el asfixiante clima que se respira en la convulsa Manila, la capital de Filipinas, y que te atrapará hasta el último momento sin darte un respiro.
Un emotivo canto a la supervivencia a pesar del precio
que haya que pagar..
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