"Siempre luego y luego nunca.."
Sorprendente y cálido debut en la dirección de Daniel
Guzmán, un actor habitual en las series de comedia españolas, en el que relata
la vida o más bien la supervivencia de Darío, un desorientado chaval de 15 años,
en un barrio de la periferia de Madrid, marcado por la ruptura y las continuas desavenencias
de sus padres que le hacen siempre estar en medio de sus conflictos.
Marcado por ese malsano ambiente familiar, lo que provoca
que deje aparcado los estudios, nuestro protagonista buscará refugio fuera de
casa en busca de su independencia y huyendo de ese infierno que no le deja de
torturar. Para ello contará con la inestimable ayuda de su inseparable e
incondicional amigo de toda la vida Luismi, todo un fiel escudero.
En su búsqueda personal se irá topando con gente a la que poder
considerar su familia, como Caralimpia y Antonia, el primero un mecánico del
tres al cuarto con apariencia de triunfador que le da un trabajillo en su
taller y que le enseña los secretos que esconde la vida, como disfrutar de las canciones de Julio Iglesias, y la segunda una solitaria anciana que no para de moverse para
no pensar en la tristeza que lleva dentro y que acoge a Darío con mucho cariño
y amor desde el principio.
Cabe destacar al elenco de protagonistas que hacen que la
historia alcance grandes dosis de humanidad y autenticidad. Un entrañable relato
que muestra de una manera cercana e identificadora varios de los problemas que
están instalados en la sociedad española actual. Todo ello salpicado con frescas
gotas de sentido del humor.
En definitiva un agradable producto para ver en familia que
hará reflexionar sobre nuestros comportamientos con la familia y amigos,
y que augura un futuro más que prometedor al novel director.
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