miércoles, 16 de marzo de 2016

CIEN AÑOS DE PERDÓN (Daniel Calparsoro, 2016)

"Algo huele a podrido en España.."


Daniel Calparsoro, a partir de un hecho que lamentablemente se ha convertido en cotidiano en nuestra querida España, crea un interesante thriller que se mezcla con la acción de un atraco en el que nada es lo que parece y que muestra la miseria de la sociedad en la que vivimos.

Todos los días, como si de un carrusel deportivo se tratase, nos topamos en los medios de comunicación con un nuevo caso de corrupción (fraude, blanqueo, estafa..), por parte de los cargos públicos que, curiosamente, nosotros, el pueblo, elegimos con nuestros votos. España está en un punto de inflexión, en el que a partir del cual el poder tiene y debe estar más repartido, y no localizado en unos políticos de mentira que en lo único que piensan es en alimentar su insaciable avaricia derrochando ignorancia allá por dónde campan. 


Una banda de atracadores asalta la sede central de un banco en Valencia, en lo que, a priori, iba a ser un trabajo sencillo con una perfecta vía de escape. Pero cuando las cosas no suceden como estaban planeadas, la desconfianza y el enfrentamiento surgen entre “El uruguayo” y “El gallego”, líderes de la banda.


Y es que el atraco esconde mucho más que el robo que intenta perpetrar una cuadrilla de enmascarados atracadores cargados con cinturones explosivos, detrás de todo ello hay una trama política que alcanza a las más altas instituciones del país, cosa que nuestros protagonistas desconocen totalmente.


La película es una historia de un robo con los ingredientes indispensables que hacen que el cine de este género sea tan llamativo, pero a esto el director añade y entremezcla inteligentemente uno de los múltiples episodios de corrupción que inundan nuestra sociedad, consiguiendo un thriller cargado de tensión y denuncia social.


En un elenco tan coral, cabe destacar el impresionante e inquietante trabajo realizado por el actor argentino Rodrigo de la Serna y el siempre eficaz Luis Tosar como líderes de la banda, a Patricia Vico como vengativa directora de la sucursal y al talentoso Raúl Arevalo como protector del lado oscuro del poder.


En definitiva, una entretenida y, sobre todo, necesaria película que desentraña el podrido mecanismo del que se han estado sirviendo algunos de nuestros dirigentes a costa de los sufridos ciudadanos, poniendo a todos en su sitio. Porque ya sabemos que quien roba a un ladrón…

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