"Algo huele a podrido en España.."
Daniel Calparsoro, a partir de un hecho que lamentablemente se ha convertido en cotidiano en nuestra querida España, crea un interesante thriller que se mezcla con la acción de un atraco en el que nada es lo que parece y que muestra la miseria de la sociedad en la que vivimos.
Todos los días, como si de un carrusel
deportivo se tratase, nos topamos en los medios de comunicación con un nuevo
caso de corrupción (fraude, blanqueo, estafa..), por parte de los cargos
públicos que, curiosamente, nosotros, el pueblo, elegimos con nuestros votos. España está en un punto de inflexión, en
el que a partir del cual el poder tiene y debe estar más repartido, y no localizado
en unos políticos de mentira que en lo único que piensan es en alimentar su insaciable
avaricia derrochando ignorancia allá por dónde campan.
Una banda de atracadores asalta la sede
central de un banco en Valencia, en lo que, a priori, iba a ser un trabajo sencillo
con una perfecta vía de escape. Pero cuando las cosas no suceden como estaban
planeadas, la desconfianza y el enfrentamiento surgen entre “El uruguayo” y “El
gallego”, líderes de la banda.
Y es que el atraco esconde mucho más que
el robo que intenta perpetrar una cuadrilla de enmascarados atracadores cargados con cinturones explosivos, detrás
de todo ello hay una trama política que alcanza a las más altas instituciones
del país, cosa que nuestros protagonistas desconocen totalmente.
La película es una historia de un robo
con los ingredientes indispensables que hacen que el cine de este género sea
tan llamativo, pero a esto el director añade y entremezcla inteligentemente uno
de los múltiples episodios de corrupción que inundan nuestra sociedad, consiguiendo
un thriller cargado de tensión y denuncia social.
En un elenco tan coral, cabe destacar el impresionante
e inquietante trabajo realizado por el actor argentino Rodrigo de la Serna y el
siempre eficaz Luis Tosar como líderes de la banda, a Patricia Vico como
vengativa directora de la sucursal y al talentoso Raúl Arevalo como protector
del lado oscuro del poder.
En definitiva, una entretenida y, sobre
todo, necesaria película que desentraña el podrido mecanismo del que se han
estado sirviendo algunos de nuestros dirigentes a costa de los sufridos ciudadanos, poniendo
a todos en su sitio. Porque ya sabemos que quien roba a un ladrón…
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