martes, 26 de abril de 2016

KIKI, EL AMOR SE HACE (Paco León, 2016)

"Exaltación de la diferencia.."

 
El ser humano es un ser social… cargado de complejidad: no hay un único patrón que nos defina en el conjunto y nos guie en nuestro comportamiento. Justo al contrario, cada individuo encierra un universo de sensaciones y emociones que canaliza a su manera. A través de cinco historias parafílicas, Paco León nos demuestra este grado de complejidad, tirando de humor pero con un trasfondo más serio de lo que se podría esperar.

La harpaxofilia (atracción a ser robado con violencia), el poliamor, la dacrifilia (excitación por las lágrimas o el llanto), la somnofilia (excitación por alguien que duerme) y la elefilia (atracción sexual por ciertos tejidos) son los ejes sobre los que giran las historias de nuestros desorientados protagonistas.

 
Paco León, después de sus muy personales Carminas, se atreve con el encargo de remakear la película australiana The little death (2014), consiguiendo una comedia fresca y luminosa que derrocha vitalidad por cada uno de sus fotogramas, de gran potencia visual.

 
Y lo consigue gracias a un amplio y acertado elenco actoral en estado de gracia: desde el desparpajo de la reciente ganadora del Goya a la mejor actriz principal Natalia de Molina, pasando por la vitalidad de Belén Cuesta, hasta la fuerza de la camaleónica Candela Peña.
 
 
Una divertida y espontánea celebración de la diferencia que normaliza las singularidades que todos albergamos y que muchas veces, por educación o vergüenza, no nos atrevemos a exponer.

 
En definitiva, una cinta para pasar un entretenido rato, que, en mi caso, arrancó unas carcajadas que hacía tiempo no saboreaba en un cine. Os recomiendo que abráis vuestra mente para disfrutar de esta vitalista comedia.

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