sábado, 21 de enero de 2017

MARATÓN DE CINE ACTUAL 2017

"Noche de Reyes de CINE..."




Durante la mágica noche de Reyes, cuando los deseos son más fáciles de cumplirse, acudí a mi cita con la larga distancia cinéfila, que se celebraba por segundo año consecutivo en dos salas de los Cines 7 infantes de Logroño, enmarcada en la siempre interesante y variada programación cultural que ofrece todos los principios de años el escenario de culturas contemporáneas Actual 2017.


Con más preparación que en años anteriores – no me pillaba de primeras–, una compañía inmejorable y tres directores muy apetecibles por delante, la noche verdaderamente prometía.


A eso de las 22:30 comenzaba la proyección de la primera película: el último trabajo de Xavier Dolan, un joven director canadiense que, a sus veintisiete años y ya con seis largometrajes a sus espaldas, ha creado un estilo propio inconfundible que ha generado mucha admiración y cantidad de galardones.

'JUSTE LA FIN DU MONDE' (Xavier Dolan, 2016) (Ver crítica)




Después de casi cien minutos, salimos de la primera proyección un poco agotados y confundidos: la familia retratada nos ha alterado. Quince minutos para estirar un poco las piernas e ir al servicio; nos preparábamos para ver lo último del director americano Jeff Nichols, cuyas anteriores Mud y, previamente, Take shelter dejaron tan buen poso entre la crítica mundial.


'MIDNIGHT SPECIAL' (Jeff Nichols, 2016) (Ver crítica)




Tras dos horas de extraña película, con una primera parte muy potente que sin embargo pierde fuerza en su resolución final, un nuevo receso de treinta minutos. Un apetecible caldo caliente y un bocadillo de tortilla de patatas fueron buen carburante para ayudar a digerir las dos intensas películas que habíamos zampado y preparar el estómago para el plato fuerte: el nuevo trabajo del carismático director surcoreano Chan Park-wook, cuyo vibrante y visual cine le abrió las puertas de Hollywood, donde había rodado su anterior Stocker.


'THE HANDMAIDEN' (Park Chan-wook, 2016) (Ver crítica)




Daban las 5:15 cuando encendían las luces y, sorprendentemente, aguantamos sin cerrar ojo ningún momento: apresados desde el principio por una historia que no deja tregua hasta el desenlace final, salimos con un dulce sabor de boca a pesar de todo.

También el de una interesante y llamativa propuesta a la que cada vez se suma más gente y que sirve para descubrir filmes que, de no ser por estos eventos, serían difíciles de disfrutar en las salas comerciales. Una noche inolvidable: ¡larga vida al Actual y a su cine!

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