jueves, 19 de octubre de 2017

EL MUÑECO DE NIEVE (Tomas Alfredson, 2017)

"Frío muñeco de nieve..."




La incorporación de grandes actores a ciertos proyectos puede ser un primer reclamo para el gran público, pero no garantiza, en cualquier caso, el resultado final. Al contrario: si, como ocurre aquí, la historia no acompaña, su recuerdo puede evaporarse rápidamente de nuestra memoria.


El detective Harry Hole (Michael Fassbender), que no pasa por su mejor momento, debe investigar, con la ayuda de una nueva compañera, las desapariciones, en extrañas circunstancias, de varias mujeres en los alrededores del gélido Oslo.




En esta adaptación del bestseller del noruego Jo Nesbø, el director sueco Tomas Alfredson, responsable de películas tan interesantes como El topo o Déjame entrar, no consigue ofrecer más que un trabajo, con poco ritmo y muy farragoso, que no termina de conectar con el espectador y lo deja tan frío como sus muñecos de nieve.




Aunque la presencia del magnético y siempre interesante Michael Fassbender y la cuidada fotografía de los paisajes helados donde transcurre la acción invitan a sumergirse en la historia, lo intricado de la trama, con demasiadas interrogantes abiertas, hace complicado meterse en la piel de los personajes.




Una película, en definitiva, que patina en su propuesta de thriller innovador y deja una sensación de frialdad que acompaña hasta la salida del cine.

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