"Frío muñeco de nieve..."
La incorporación de grandes actores a ciertos proyectos puede ser un
primer reclamo para el gran público, pero no garantiza, en cualquier caso, el
resultado final. Al contrario: si, como ocurre aquí, la historia no acompaña,
su recuerdo puede evaporarse rápidamente de nuestra memoria.
El detective Harry Hole (Michael Fassbender), que no pasa por su mejor momento, debe
investigar, con la ayuda de una nueva compañera, las desapariciones, en
extrañas circunstancias, de varias mujeres en los alrededores del gélido Oslo.
En esta adaptación del bestseller del noruego Jo Nesbø, el
director sueco Tomas Alfredson, responsable de películas tan interesantes como El
topo o Déjame entrar, no consigue ofrecer más que un trabajo, con
poco ritmo y muy farragoso, que no termina de conectar con el espectador y lo
deja tan frío como sus muñecos de nieve.
Aunque la presencia del magnético y siempre interesante Michael
Fassbender y la cuidada fotografía de los paisajes helados donde transcurre la
acción invitan a sumergirse en la historia, lo intricado de la trama, con
demasiadas interrogantes abiertas, hace complicado meterse en la piel de los
personajes.
Una película, en definitiva, que patina en su propuesta de thriller
innovador y deja una sensación de frialdad que acompaña hasta la salida del
cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario