sábado, 18 de noviembre de 2017

A GHOST STORY (David Lowery, 2017)


"Poético cuento de fantasmas..."





La pérdida de un ser querido deja siempre un difícil vacío en quien se queda: recuerdos, heridas sin cicatrizar, sentimiento de culpa. Sensaciones que, sin embargo, se van atenuando a medida que transcurre el tiempo, inexorable. Pero ¿qué ocurre con la otra parte, la que abandona este mundo?, ¿cómo se lleva la eternidad?



C (Casey Aflleck), un músico que vive a las fueras de Texas junto a su esposa M (Rooney Mara), tras fallecer en un accidente de tráfico, vuelve convertido en fantasma a la casa donde vivía con su mujer.





A partir de un cortometraje que rodó con siete años, el precoz director estadounidense David Lowery crea un relato sobre la pérdida, el paso del tiempo, el olvido. Y lo hace enfundando a su protagonista en una sábana blanca con dos puntos negros a modo de ojos, algo que, en principio, podría provocar terror o justo lo contrario: una terrible carcajada. Sin embargo, los planos largos (inolvidable el de la tarta), la impecable fotografía, la conmovedora banda sonora de Daniel Hart, el formato 4:3 en que está rodada y el buen hacer de los actores, sin apenas diálogo, consiguen que –cubiertos también nosotros bajo esa sábana– seamos capaces de compartir su angustia.





Una película que, si bien no es para todos los públicos, una vez superado el ritmo inicial, algo lento, atrapa al espectador con su melancólico magnetismo. Inquietante y conmovedora, es una historia de las que dejan muescas en el alma.





La recomendamos vivamente.





No hay comentarios:

Publicar un comentario