ESPECIALES (Olivier Nakache, Eric Toledano, 2019)

"Chute necesario de realidad"

 

La situación de alarma sanitaria, que está derivando en una crisis mundial a todos los niveles, pone en cuestión la llamada sociedad del bienestar, en la que todavía hay gente que parece no darse cuenta del gran problema que tenemos entre manos. Los directores Olivier Nakache y Eric Toledano (responsables de Intocable) nos abren los ojos ante una situación en la que tanto los mandatarios como la gente de a pie intenta mirar hacia otro lado: el autismo más severo, que implica no solo a los propios pacientes, sino también a las familias, cuidadores y sanitarios.

Bruno y Malik son dos buenos amigos que llevan dos asociaciones que trabajan por la integración en la sociedad de los casos más difíciles de autismo tanto en niños como en jóvenes. La cooperación entre ellos es fundamental para poder sacar adelante tan admirable proyecto.

Bruno y Malik son los responsables de las asociaciones.

Toledano y Nakache parten de una historia real que apunta directamente a las emociones del espectador, dotándola de un fundamental toque de humor que sirve como denuncia de la situación a que están sometidos en estos casos los familiares cercanos. Y lo hacen con una narración que muchas veces se acerca al documental con mucho sentimiento y realismo, rodada en gran parte cámara en mano para implicar más si cabe al espectador.

El patinaje sobre hielo es una de las actividades que disfrutan juntos.

Son varios los mensajes que calan a través de la película: uno es la desasosegante situación que viven las familias que se tienen que enfrentar a esta, en muchos casos, violenta enfermedad; otro es cómo se las tienen que apañar organizaciones sin apenas medios pero con mucha imaginación; el cuestionable papel del sistema sanitario; y por el último el soporte que se les da a muchachos que vagan por las calles sin nada que hacer y que, gracias a cuidar a estos chavales, encuentran su sitio y se sienten útiles para la sociedad.

Jóvenes que son rescatados para tener un oficio con gran labor social.

Tanto Vincent Cassel como Reda Kateb están fabulosos en los papeles de unos protagonistas que, a pesar de tener creencias religiosas diferentes, son como uña y carne. 

Bruno con Joseph, con el que lleva mucho tiempo a su lado.

Una película que deja poso y que hace que uno salga del cine de una forma distinta. Como esperemos que suceda cuando superemos unidos la pandemia del Covid-19.