"Entre el límite del bien y del mal"
Nuestro querido cine quinqui, ese que popularizaron directores como Jose Antonio de la Loma o Eloy de la Iglesia a finales de los años 70 y principio de los 80, reflejando las fechorías de delincuentes de estratos sociales muy bajos, en la mayoría de veces protagonizado por ellos mismos, es homenajeado en la nueva película del director Daniel Monzón.
Nacho, un introvertido joven de 17 años que sufre acoso de
alguno de sus compañeros y que vive en la Gerona de 1978, conoce un día a Zarco
y a Tere, dos delincuentes juveniles que se mueven por el barrio chino de la
ciudad. De inmediato, Nacho quedará prendado de los encantos de la guapa
muchacha, viéndose inmerso en las actividades ilegales de ellos y su cuadrilla.
Nacho con la bici a cuestas por la Gerona de 1978.
Para su séptimo largometraje, el director Daniel Monzón
adapta la novela homónima de Javier Cercas, adentrándonos en el cine quinqui a
través de los ojos de un chaval de clase media que se enamora perdidamente de
una muchacha y que entra a formar parte de una banda, dejando atrás el acoso
recibido por sus compañeros.
Zarco y Tere se convierten en los mejores amigos de Nacho.
Una bonita y nostálgica historia que recrea a la perfección
esa España de finales de los 70 y que tiene todo los ingredientes del cine
quinqui: frenéticas persecuciones con los míticos coches de la época, cierta
dosis de sexo y una quinquidélica banda sonora a cargo del grupo sevillano
Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. Monzón cuenta con un puñado de nuevas caras
que están realmente bien, con mención especial a la sensual y arrolladora
presencia de Begoña Vargas, principal motor de la historia.
La deslumbrante Begoña Vargas da vida al personaje de Tere.
Una divertida película que hace pasar un buen rato y que
refleja a la perfección esa difusa línea fronteriza entre lo correcto y lo
incorrecto.
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