"Cuadrando el inventario"
Los
festivales son un buen lugar para conocer el trabajo de gente
desconocida. Este es el caso de la película que nos ocupa, la ópera
prima del director esloveno Darko Sinko, que pudimos disfrutar en el Teatro
Principal de la capital donostierra dentro de la sección New Directors
de su festival.
Boris Robic es un tipo corriente
con una anodina vida en la que no tienen cabida ni las alegrías ni las
preocupaciones. Sin embargo, una noche, estando en su casa
tranquilamente, alguien intenta dispararle. A partir de este incidente y
la falta de pruebas por parte de la policía, Boris decide investigar
por su cuenta. Pronto se dará cuenta de que su vida no era tan
placentera como creía y de que le odia más gente de la que podría
imaginar.
El personaje de Boris leyendo una novela de Karel Capek. |
Inspirado por una novela corta del
escritor checo Karel Capek, Sinko nos regala una interesantísima comedia
negra; con un punto de partida propio del thriller, la historia va
tornando con gran sutileza en una búsqueda existencial del propio
protagonista al que se le van derrumbando todos los pilares que
mantienen su bienestar a medida que va rascando un poco en las
relaciones con sus compañeros de trabajo, sus amigos, su propia familia.
Rados Bolcina está fenomenal en el papel de tipo corriente. |
Los
planos secuencia, el toque irónico que se adereza al contar la
historia, el empleo de la música que acompaña al estado de ánimo del
protagonista y el buen hacer de Rados Bolcina en el papel principal, son
unos recursos muy interesantes que utilizan el director para fortalecer la estructura de la historia.
La policía intenta solucionar el problema de Boris. |
Una
sugerente metáfora del momento que hemos vivido con la pandemia, en
el que nos ha tocado hacer inventario de nuestras vidas comprobando que
cosas que dábamos por sentado han cambiado. Recomendable, esperemos que
llegue a nuestras salas de cine.
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