“Lo importante de ir es volver”
Hubo un tiempo en que los niños y niñas disfrutaban de la vida sin necesidad de estar pendiente de una pantalla de teléfono móvil o tablet. Un tiempo en que el verano en el pueblo era el desahogo después de un intenso curso escolar; allí te encontrabas con los abuelos, ibas en bici a todas partes, cambiabas cromos, hacías travesuras y, sobre todo, tenías mil aventuras.
Durante el verano de 1985, un grupo de amigos se reencuentran en un pueblo de Galicia después del año escolar. Uno de ellos está enfermo. Según la leyenda, si tomas el líquido de una flor que se localiza en lo alto de una montaña durante el amanecer de la noche de San Juan, se te curan todos los males.
Los cinco amigos se reencuentran en verano en un pueblo gallego. |
El director gallego Dani de la Torre aparca el género del thriller para abrazar una película juvenil de aventuras que rememora su infancia en la Galicia de mediados de los ochenta. Con guion de Albert Espinosa, la cinta nos habla de amistad, identificación, enfermedad, inquietud por aprender y vivir nuevas experiencias que luego marcarán las personalidades de cada uno.
Las bicicletas son para el verano. |
Con bastantes dosis de nostalgia, la película refleja también la atrocidad que se vivió en Galicia durante esos años en los que prácticamente desapareció una generación de jóvenes por culpa de la droga. La frescura y naturalidad del reparto juvenil hace que gane enteros la historia.
Las piscinas, otro clásico del verano. |
Una bonita película, para ver en familia, que recuerda aquellas historias de aventuras juveniles de los años ochenta y que funciona como un canto a la juventud, sin dependencia de una pantalla digital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario