"El adiós de Ken Loach"
Ken Loach se despide a sus 87 años. El director británico, maestro del cine social y político, lleva desde los años 60 reflejando la realidad del ciudadano de a pie, inmerso en una sociedad más y más capitalista. Una realidad que muchos no quieren (o no les interesa) ver.
Un grupo de refugiados sirios llega a un pequeño pueblo del
noreste de Inglaterra, cada vez más vacío y deprimido a medida que van cerrando
las últimas minas de la zona. Yara, una joven refugiada, se hace amiga de TJ
Ballantyne (interpretado por Dave Turner), dueño del último pub del pueblo, The
Old Oak, que a duras penas puede mantener gracias a un pequeño grupo de
clientes de toda la vida, gente de clase obrera que busca ahogar sus miserias
en cerveza. Mientras los lugareños, que se sienten amenazados por los
inmigrantes, se van regodeando en su propia cerrazón xenófoba, Yara y TJ
tratarán de unir a refugiados y locales, despertando la antigua solidaridad
minera del pueblo.
Con la excusa de una cámara Tj y Yara hacen muy buenas migas. |
Loach, de la mano de su guionista habitual (Paul Laverty) y
con la empatía como timón, dirige una historia en la que ayudar a otros que
tienen menos se vuelve una necesidad para olvidar las miserias propias, que a
lo mejor no son tan importantes. El director muestra los argumentos propios de
muchos racistas que habitan en nuestras sociedades y lo confronta con la
solidaridad y el humanismo de los más necesitados.
La clientela habitual del pub no se toma muy bien la llegada de los refugiados. |
Con un toque sentimental que nunca viene mal, la película
muestra la precaria situación global, recordándonos que, si no nos ayudamos
mutuamente, acabaremos por destruirnos los unos a los otros. Gracias por tanto,
Ken.
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