"Cuando empezar de cero se hace imposible.."
La película que os proponemos esta vez proviene del norte de
Europa, concrétamente de la fría Noruega. Una cinematografía con la que quizás no
estemos muy familiarizados y a la que le cuesta llegar a las pantallas de
nuestro cálido país mediterráneo, pero que sin embargo merece mucho la pena ser
degustada.
La cinta nos mete, durante 24 horas, en el pellejo de Anders,
un inteligente y atractivo joven de 34 años que está a punto de completar con éxito un
programa de desintoxicación de drogas, en las cuales consigue un permiso para
visitar la capital, Oslo, donde tiene que acudir a una entrevista de trabajo. En
ese tiempo Anders se reencontrará de golpe con su vida pasada, los viejos amigos,
antiguos amores, familia, lo que hará toparse cara a cara con la realidad que una vez dejó aparcada.
La película es una de los más fieles y sensibles miradas que
se hayan hecho sobre el mundo de la adicción a las drogas, el personaje que se
nos muestra no busca compasión ni que se apiaden de él, solamente refleja un
último intento por encajar en una vida que dejó atrás y a la que no encuentra
sentido alguno.
"Oslo, 31 de Agosto", basada en la novela “El fuego fatuo” es
el segundo largometraje rodado por el talentoso director noruego Joachim Trier,
el cual ya asombró años atrás con su sorprendente ópera prima “Reprise”, donde
también contaba con el desconocido pero muy capaz Anders Danielsen como actor
principal.
No conviene decir mucho más, sólo déjense sorprender y
prepárense a recibir una fuerte dosis de cine poético, real, puro, crudo, pero hecho
con mucha sensibilidad, cuyos efectos permanecerán intactos en vuestro
organismo durante mucho tiempo. Cine que deja huella.
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