sábado, 5 de diciembre de 2015

EL CLAN (Pablo Trapero, 2015)

"Crónica de un pacto aterrador.."


Qué cierta es la máxima esa que dice que la realidad siempre supera a la ficción, nuestra realidad siempre va un paso más adelante que las ficciones que producen nuestras diminutas mentes, puede ser que esas ficciones tengan los límites en los hechos reales, no lo sé. De lo que estoy seguro es que “El clan” cumple a rajatabla con este axioma, y se nos presenta como un escalofriante e increíble suceso que ocurrió en la exaltada Argentina durante la caída de la dictadura y comienzo de la democracia, de 1982 a 1985.

Arquímedes Puccio (Guillermo Franchella), un respetable padre de familia en apariencia modélica, y con siniestras conexiones con la dictadura que imperaba en Argentina, planea llevar a cabo  junto a sus secuaces una serie de secuestros y extorsiones que desembocarán en asesinatos de varios empresarios argentinos.


Para ello, Arquímedes, implica a toda su familia, ya que los “huéspedes” se alojaban en el domicilio donde vivía junto a toda su familia, la mujer, dos de los tres hijos y dos hijas, compaginando las labores de padre ejemplar, ayudando con los deberes y preocupándose por el futuro de cada uno de ellos, con la de dirigir la sociedad criminal, después conocida como “El clan de los Puccio”. En la que su hijo Alejandro (Peter Lanzani), que fue jugador de la sección argentina de rugby, también participaba activamente, debido sobre todo a la influencia y manipulación  que ejercía sobre él su progenitor.


Hay que reseñar la impactante actuación de Guillermo Francella, habitual en personajes cercanos y amados por el público, y que aquí da un giro de 180 grados para mostrarnos, con un gesto imperturbable, la frialdad y serenidad de un repulsivo personaje que durante años llevó una doble vida sin que sospechara nadie. También cabe destacar el saber hacer de Peter Lanzani, como hijo sumiso, que se mantiene a la altura en el duelo interpretativo con Francella.


Con un guión con continuas idas y venidas en el tiempo, para situarnos en la situación política que vivía el país en esos momentos, la historia va mejorando con el transcurso de la misma y desemboca en un final arrollador. La única pega, en mi humilde opinión, a pesar de realizar una estupenda selección musical, es el uso abusivo que hace de la misma su director y que en ocasiones hace perder el hilo inquietante del relato.


Una impactante y terrorífica cinta que narra un perturbador y oscuro episodio que mis recuerdos no alcanzan a evocar, pero que refleja la convulsión que se vivía durante esos años en nuestra querida Argentina.

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