"Soñando con un mundo y un cine mejor.."
Casey Newton (Britt Robertson), una inconformista e inquieta
joven, hija de un ingeniero de la NASA, que siempre ha querido ser astronauta,
y Frank Walker (George Clooney), un desilusionado genio precoz que ya en su
madurez vive recluido en su impenetrable guarida, es la pareja protagonista de
esta cinta de aventuras que ayudados de Athena, una
misteriosa niña, se embarcan en la misión de encontrar Tomorrowland, la ciudad
del futuro, donde el mañana no es tan oscuro como cabía de esperar.
La película es una idea original, apartada de la asfixiante
moda actual de sólo estrenar franquicias y secuelas de películas del género
fantástico, cosa que se agradece. Su director es Brad Bird, un maestro del cine
de animación, que tiene en su haber,
entre otras, las divertidísimas LosIncreíbles y Ratatouille.
La historia, con sello Disney, tiene un comienzo prometedor,
con la sensación de estar viendo aquellas películas de aventuras ochenteras que
tanto ilusionaban al público, después va
transcurriendo con ritmo trepidante, quizás demasiado cargado de
estruendosos efectos especiales, pero en la parte final el director no acaba de
rematar la faena y se hace un poco más larga y anodina.
La película, a pesar de todo, transmite un mensaje positivo
y alentador que invita a la gente a no dejar de soñar con mejorar nuestro
mundo, por qué al final de todo nosotros somos los que dirigimos esta
embarcación que se llama Tierra y que parece que tan poco queremos.
En definitiva una película de aventuras que no te dejará un
mal gusto de boca como aperitivo pero que con un poco más de cocción final hubiese sido todo un
plato estrella de la carta.
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