"Ilustre ironía..."
El cine argentino tiene un atractivo
especial que lo hace tan apetecible: la
acidez, la autocrítica, la fuerza que desprenden sus películas lo han
convertido en uno de los principales referentes de la cinematografía mundial.
Daniel Mantovani (Óscar Martínez), recientemente galardonado
con el Premio Nobel de Literatura, es un escritor argentino que abandonó el
pueblo de Salas para hacer carrera en Europa, donde triunfó y labró una sólida
y exitosa trayectoria escribiendo sobre su tierra natal y la particular gente
que la habitaba.
Tras cuarenta años sin pisar la tierra que le
vio nacer y que le ha dado el éxito que tiene ahora, decide aceptar la
invitación del alcalde para ser distinguido con el título de “Ciudadano
ilustre” de la localidad.
El impecable guión, firmado por Andrés Duprat,
nos divide la película en cinco capítulos: desde el arrollador comienzo, con el
insólito discurso del protagonista al recibir el premio de la Academia sueca,
continuando con una historia de brillantes diálogos y sugerentes monólogos, con
un exquisito uso de la palabra, que nos reflejan la soledad del artista, la
diferencia entre dos mundos, el retorno a los orígenes, la particular vida de
los pueblos, donde tan pronto eres un héroe como un villano. Todo ello
impregnado con un humor cáustico.
Hay que destacar sobremanera la presencia del
veterano actor argentino Óscar Martínez, que brilla con luz propia en un papel
que le permite dar rienda suelta al talento que lleva dentro, regalándonos una
memorable actuación que refleja todas las aristas de un personaje plagado de
contradicciones.
Una más que recomendable sátira que divierte,
hace reflexionar y, finalmente, inquieta, dejando la sensación de haber visto
una grandísima película. Para dejarse cautivar durante dos horas de esta
fascinante historia, que desde aquí RECOMENDAMOS vehementemente.
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