"No quiero más dramas en mi vida..."
En alguna ocasión, quien más o quien menos se ha guardado
para sí cosas que no le gustan: en el trabajo, con la pareja, con los amigos,
con la familia, con los vecinos.
Paz se calla continuamete aquello que no le gusta, en todos
los ámbitos de su vida, lo que le genera una opresión interna que le impide
vivir. Cierto día busca ayuda en un dudoso chamán que parece enviarle multitud
de señales para que contacte con él.
Remake de la película chilena Sin filtro, el popular
Santiago Segura aprovecha la historia para retratar, de una manera divertida
aunque inquietante, la sociedad en la que estamos inmersos. Así, aparecen temas
como el exhibicionismo de las redes sociales, el egoísmo imperante, los cánones
de belleza que apartan a quienes no se ajustan a ellos.
Para ello, se pone en manos de la estupenda Maribel Verdú,
que, en un papel más cómico de lo que nos tiene acostumbrados, sale airosa del
envite del director madrileño, que la rodea de una cuadrilla de cómicos –la
mayoría, “amiguetes”– de lo más granado.
Una película que quizá carezca un poco de la mala uva típica
del creador de Torrente, pero que le hace a uno pasar un rato entretenido… y
sentirse identificado en más de una situación.
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