Detrás de todo incidente hay una historia que se nos escapa.
Estamos ante uno de los mayores escándalos deportivos de la década de los
noventa: la agresión a la patinadora Nancy Kerrigan por parte de un matón
contratado por el ex marido y ex guardaespaldas de la también patinadora Tonya
Harding, que pasó a convertirse en una de las deportistas más odiadas del momento.
Tonya Harding (Margot Robbie) nunca tuvo una vida fácil y, a
pesar de hacer sido la primera patinadora estadounidense en completar, en 1991,
un triple salto Axel en competición, el éxito que cosechó sobre el hielo no
estuvo acompañado por su agitada vida personal.
Siguiendo la fórmula de falso documental, la cinta ofrece entrevistas
a los protagonistas, veinte años después, para arrojar un poco de luz sobre el
vergonzoso episodio. Su aire a telefilme, personajes que parecen sacados de lo
más profundo de las películas de los Coen y unas interpretaciones femeninas
excelsas convierten esta historia, que más de uno conocerá por lo que en su
tiempo apareció en los medios, en una atractiva propuesta.
Hay que destacar el trabajo de Robbie, que refleja a la
perfección un personaje explosivo que, durante mucho tiempo vivió bajo el yugo
dictatorial de su perversa y egoísta madre, interpretada de forma sublime por Allison Janney, para después acabar en la inestabilidad y violencia de su
primer marido, un buen Sebastian Stan, capaz de cambiar de registro en un
segundo.
Curiosa y entretenida película, cuya magnífica puesta en
escena nos hará disfrutar como si de un triple salto de
su protagonista se tratase.
Nos llamó mucho la atención cuando estaba en cartelera, por lástima, no pudimos verla en pantalla grande. Ahora tocará esperar el formato digital... Buena crítica.
ResponderEliminarHemosVisto!
La verdad que tiene su encanto esta película, la historia que hay detrás de todo es estremecedora. Gracias por el comentario!!
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