"Acción a raudales en pleno corazón de Asunción"
Hace ya algún tiempo que teníamos abandonada esta sección, pero, en nuestra labor de ampliar el horizonte cinematográfico más allá del monstruo hollywoodiense que acaba devorando las carteleras de nuestro país, queremos compartir con vosotros esta joya que ha caído entre nuestras manos gracias a la recomendación de una fiel seguidora paraguaya.
Víctor, un joven carretillero que trabaja en el Mercado n.º 4 de Asunción, recibe el encargo de transportar siete misteriosas y ¿peligrosas? cajas a lo largo del mercado, a cambio de cien dólares que cobrará una vez finalizado el trabajo. Para ello contará únicamente con la ayuda de un teléfono móvil prestado y la compañía de su amiga Liz.
El cine paraguayo es prácticamente desconocido por estos lares; la película –la más taquillera del país hasta la fecha– ha sido reconocida en distintos festivales de todo el mundo con varios premios. Es la ópera prima de la dupla de directores Juan Carlos Maneglia y Tana Chémbori, que el año pasado estrenaron otro interesante filme: Los buscadores.
Rodada en guaraní, con necesidad de subtítulos, la historia termina en un apasionante e intenso thriller que mantiene alerta al espectador hasta su desenlace. Nos adentra en los recovecos del extenso y populoso mercado de la capital paraguaya: un laberinto, lleno de aromas, colores, etnias, donde uno puede comprar desde productos típicos de la zona hasta electrónica importada, donde se entremezclan las distintas clases sociales del país, un hervidero que refleja su idiosincrasia.
Una historia coral que nos habla directamente de la pobreza, de la importancia del dinero en distintos estratos sociales y lo que se puede llegar a hacer por conseguirlo, de la ilegalidad, cuyos límites son muchas veces dudosos… Una película enrevesada –puede que un poco más de la cuenta en determinados momentos– pero que sabe zanjar las vías abiertas.
Aunque quizás no sea una obra maestra, pone en valor el saber hacer de ciertas cinematografías, que, con historias pequeñas pero muy interesantes, reclaman la atención de cualquier ávido cinéfilo que se precie. ¡Atrévase nomás a descubrirla!
Hace ya algún tiempo que teníamos abandonada esta sección, pero, en nuestra labor de ampliar el horizonte cinematográfico más allá del monstruo hollywoodiense que acaba devorando las carteleras de nuestro país, queremos compartir con vosotros esta joya que ha caído entre nuestras manos gracias a la recomendación de una fiel seguidora paraguaya.
Víctor, un joven carretillero que trabaja en el Mercado n.º 4 de Asunción, recibe el encargo de transportar siete misteriosas y ¿peligrosas? cajas a lo largo del mercado, a cambio de cien dólares que cobrará una vez finalizado el trabajo. Para ello contará únicamente con la ayuda de un teléfono móvil prestado y la compañía de su amiga Liz.
El cine paraguayo es prácticamente desconocido por estos lares; la película –la más taquillera del país hasta la fecha– ha sido reconocida en distintos festivales de todo el mundo con varios premios. Es la ópera prima de la dupla de directores Juan Carlos Maneglia y Tana Chémbori, que el año pasado estrenaron otro interesante filme: Los buscadores.
Rodada en guaraní, con necesidad de subtítulos, la historia termina en un apasionante e intenso thriller que mantiene alerta al espectador hasta su desenlace. Nos adentra en los recovecos del extenso y populoso mercado de la capital paraguaya: un laberinto, lleno de aromas, colores, etnias, donde uno puede comprar desde productos típicos de la zona hasta electrónica importada, donde se entremezclan las distintas clases sociales del país, un hervidero que refleja su idiosincrasia.
Una historia coral que nos habla directamente de la pobreza, de la importancia del dinero en distintos estratos sociales y lo que se puede llegar a hacer por conseguirlo, de la ilegalidad, cuyos límites son muchas veces dudosos… Una película enrevesada –puede que un poco más de la cuenta en determinados momentos– pero que sabe zanjar las vías abiertas.
Aunque quizás no sea una obra maestra, pone en valor el saber hacer de ciertas cinematografías, que, con historias pequeñas pero muy interesantes, reclaman la atención de cualquier ávido cinéfilo que se precie. ¡Atrévase nomás a descubrirla!
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