"El niño prodigio que llegó a ser Elton John"
El biopic musical está pegando fuerte gracias al apabullante
éxito comercial de “Bohemian Rhapsody”, el homenaje a la majestuosa música de
Queen. Precisamente el mismo director que la terminó, el inglés Dexter Fletcher, se pone a los
mandos de esta película, más oscura y menos condescendiente, que relata la
atribulada vida de Elton John.
A través de una reunión de rehabilitación en los años 80, el
cantante va haciendo repaso de su vida: desde la relación que desde niño
mantuvo con sus padres, pasando por su entrada en el mundo de la música, hasta
tocar de lleno sus problemas de adicción.
Elton John a punto de contar su vida en una reunión de rehabilitación. |
La película presenta a un Elton John más allá de sus
actuaciones delante del piano: su cara B, en la que daba rienda suelta al
consumo de drogas y alcohol, con continuos ataques de ira y una turbia vida
sentimental y sexual. Las escenas musicales –muy coloridas y extravagantes
unas; más intimistas otras– ayudan a entender cómo se sentía el cantante
británico en cada momento.
En una de se sus primeras actuaciones, en el legendario Troubadour de LA. |
El también británico Taron Egerton es el encargado de
meterse en la purpurina y el exceso del controvertido cantante, y hay que decir
que lo hace dignamente, incluso poniendo voz a todas las canciones que
escuchamos durante la película. Cabe destacar la estrecha relación de amistad
que mantuvo con el letrista de sus canciones, Bernie Taupin, interpretado por
el crecido niño de Billy Elliot.
Junto a su inseparable amigo y letrista Bernie Taupin, interpretado por Jamie Bell. |
Un musical que nos enseña las alegrías y angustias de un
talentoso músico que tuvo poco afecto y cariño por parte de sus seres queridos
durante su infancia, un lastre que le hizo mella en su vida adulta. Muy
disfrutable para cualquier amante de la música.
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