Suelo ser reticente con la etiqueta de cine épico. Sin embargo, el hecho de que una amiga, cuya última película en cines había sido Sexo en Nueva York, se animara a verla me dio el empujón que me faltaba para acercarme a esta historia de venganza nórdica de tintes mitológicos ambientada en pleno siglo X.
La sed de venganza del príncipe Amleth, que ha presenciado
la muerte de su padre a manos de su tío, le lleva a Islandia para intentar
culminar su propósito.
Alexander Skarsgad se mete en la piel del vengador príncipe Amleth. |
Basada en una leyenda nórdica que siglos después inspiraría
la tragedia de Hamlet, se nota el buen hacer del director con una puesta en
escena muy lograda y de gran potencia visual. Aunque la historia contiene
grandes dosis de violencia, hay que reconocer que está rodeada de un cierto
halo de misticismo. El reparto es de una solvencia contrastada y luce acorde a
lo que se requiere de él.
Nicole Kidman y Ethan Hawke forman parte del elenco actoral. |
Los 136 minutos de su metraje no se llevan mal del todo, si
bien presenta ciertos momentos de pausa en los que el exceso de explicaciones
hace que pierda ritmo. Como he comentado antes, no logro conectar con este tipo
de historias, y esta no ha sido una excepción. La épica que emana no sirve para
hacer que enganche con su protagonista y sus ansias de venganza.
La cantante islandesa Björk vuelve al cine tras una larga ausencia. |
A pesar de todo, me parece una propuesta valiente, que
arriesga un gran presupuesto en una historia alejada del universo Marvel que
hoy domina el cine de blockbuster. Y eso, al menos, se agradece. Creo que va a volver a pasar mucho tiempo hasta que mi amiga vuelva a pisar un cine...
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