"Delicioso cuento en stop-motion"
Hacía tiempo que, inmersos en nuestro trajín diario, lleno
de responsabilidades, trabajo, compromisos familiares, no parábamos un poco
para recomendar alguna película… hasta que se ha cruzado en nuestras vidas esta
hermosa película de animación que nos ha tocado al alma.
Calabacín, como le gusta que le llamen, es un niño valiente
que, tras perder a su madre, es ingresado en un hogar de acogida con otros
huérfanos de su edad. Al principio, el muchacho se esfuerza por encontrar su
sitio en un medio hostil; después, con la ayuda de sus nuevos amigos, gana
confianza, se enamora y encuentra una nueva familia.
La película, que toma como punto de partida la novela Autobiografía
de un calabacín de Gilles Paris, ha sido creada utilizando la técnica de stop-motion,
con muñecos de unos 25 cms hechos a mano siguiendo el estilo de dibujos
infantiles, lo que hace que el espectador proyecte sus propias emociones y se
identifique fácilmente con los personajes.
Claude Barras, en su debut en el largo, nos regala una
tierna y delicada joya cargada de emotividad que refleja, a través de los
inocentes ojos de un niño, el despertar a la vida, a la amistad, al amor; todo
ello tras un proceso traumático. Derrochando humanidad, inevitablemente provoca
la reflexión, desde una perspectiva adulta, sobre la repercusión de nuestras
acciones en los inocentes niños.
Una película, de poco más de un hora de duración,
disfrutable tanto por el público infantil, como el adulto: una auténtica
delicia que no puedes dejar escapar.
¡Pues pinta genial! Muchas gracias por la recomendación. ¡Un saludo!
ResponderEliminarDe nada!! Es un placer. Ya nos comentarás qué te parece, merece mucho la pena. ¡Un saludo!
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