"El gringo que siempre cumple..."
En estos tiempos en que la figura del narcotraficante
colombiano Pablo Escobar acapara títulos tanto de series como de películas, la
cinta que hoy nos ocupa muestra a otra pieza clave en la expansión del cártel
de Medellín en los años setenta.
Se trata de la increíble historia de Barry Seal
(acertadamente interpretado por Tom Cruise), un antiguo piloto comercial de la
TWA, que, al tiempo que trabajaba para la CIA y la DEA, introducía cocaína en
Estados Unidos para los narcotraficantes colombianos. Todo para acumular tanto
dinero que no sabía dónde esconderlo.
El director, dotando a la historia de personalidad y un
sentido del humor que se agradece, nos adentra en el intricado y trepidante
universo que rodeó a este estrambótico personaje.
Una cinta ideal para pasar una vibrante velada de pura
diversión.
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