jueves, 26 de octubre de 2017

BLADE RUNNER 2049 (Denis Villeneuve, 2017)

"A veces para amar a alguien tienes que ser un extraño..."




Cuando nos enteramos de que se proponían hacer una secuela de una de las mejores películas de ciencia ficción de todos los tiempos, nos asaltaron dos sentimientos encontrados: por un lado, el miedo a ver dañada una historia que ya había sido impecablemente narrada y, por otro, la curiosidad por reencontrarnos con un fascinante universo que, treinta y cinco años después, seguimos visitando con deleite.


En un Los Angeles al borde de la hecatombe, un blade runner llamado K (Ryan Gosling) descubre algo que podría poner fin al caos imperante. Para comprobarlo, deberá emprender la búsqueda de su colega Deckard (Harrison Ford), perdido hace treinta años, quien parece tener las claves para resolver el misterio.  




Manteniendo la esencia de la historia original pero aportando al mismo tiempo su característico toque metafísico, Villeneuve logra un producto con personalidad propia que ahonda en cuestiones filosóficas como la de la identidad humana. Todo ello, con la ayuda de un reparto bastante correcto, una fotografía más luminosa y una banda sonora que recuerda la inigualable compuesta por Vangelis.




Quizás no sea el blockbuster que esperaba la productora, pero sí se trata de una buena película: una secuela más que digna para una cinta de culto que, aunque no tan sugestiva ni cautivadora, mantiene atrapada nuestra atención.




Una cita recomendada para los amantes de la ciencia ficción, en general, y para los seguidores del universo creado por Philip K. Dick, en particular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario