"Espía para sobrevivir"
En un momento en que Rusia y sus conexiones con el espionaje
y el contraespionaje están en plena actualidad –con la mayoría de países
expulsando a los diplomáticos rusos debido al intento de asesinato de Serguei Skripal
el pasado 4 de marzo en Reino Unido– nos llega esta sugerente propuesta
cinematográfica basada en la novela homónima de Jason Matthews.
Dominika (Jennifer Lawrence), una primera bailarina de la
prestigiosa compañía Bolshoi de Moscú, se ve obligada a abandonar el baile
debido a una grave lesión de rodilla; a partir de entonces, para poder seguir manteniendo a su madre, es
reclutada por su tío para trabajar al servicio de su país como “gorrión”: una
seductora agente de espionaje que utiliza el erotismo y el sexo como armas y
escudo.
Estamos ante una película que, combinando de forma atractiva
la frialdad y el ritmo lento y pausado de las cintas clásicas de espías, con el
ardor de sus protagonistas, logra mantener atrapado al espectador en todo momento.
Su alto voltaje violento, con escenas que transmiten el dolor de una forma que
casi se siente en primera persona, y el elevado contenido sexual conforman la
base sobre la que se desarrolla la cinta.
Con una acertada selección de actores, entre los que destaca
la magnética presencia de Lawrence, en un arriesgado papel cargado de
sensualidad y determinación sobre el que gira toda la historia; un personaje
que, instalado en nuestro subconsciente, dejará poso durante mucho tiempo.
Una buena excusa para acercarse al cine y disfrutar de la
intriga que nos propone esta arriesgada y compleja historia de traiciones, tan
alejada de la comodidad de las
superproducciones que inundan las salas hoy en día.
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