“Distinta clase, distinto parásito”
La cinta ganadora de la última Palma de Oro del Festival de
Cannes es una joya esculpida en Corea del Sur que se encuentra escondida en la
cartelera de nuestros cines. Se trata de una sorprendente producción que nos
atrapa desde los primeros planos de su metraje.
Cuando el hijo mayor de una humilde familia suple a su mejor
amigo para dar clases de inglés a la adolescente hija de un adinerado hombre de
negocios, se abre ante él una posibilidad para ayudar a su familia de salir de
la miseria.
La cinta refleja las diferencias sociales que se pueden
encontrar en cualquier ciudad, poniendo el foco en una familia humilde que vive
en un lúgubre sótano, confrontada con otra rica que vive en una espectacular y
moderna casa de un barrio residencial. La pericia y el buen hacer del director Bong Joon-ho
hace que se entremezclen varios géneros cinematográficos para contar la
historia: desde la sátira social hasta el cine de acción, pasando por el drama
familiar.
La película tiene mucha potencia visual y una arriesgada
pero sugerente puesta en escena que nos hará no perder detalle de cada uno de
los movimientos de los protagonistas. Tanto los de una familia como los de la
otra están muy convincentes en sus papeles, pero es el ingenio de la familia
pobre lo que hace que la historia crezca y se adentre en una magnética espiral
que se tornará inquietante y muy entretenida.
Una película diferente que no puedes dejar de escapar y que merece la pena dejarse sorprenderse por ella. Y que, por supuesto, desde aquí os RECOMENDAMOS encarecidamente.
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