SAN SEBASTIAN: UNA CIUDAD DE CINE

"69 Festival de Cine de San Sebastián"

 

Kursaal, centro neurálgico del festival.

Todo fue apurado, de última hora. Ya había cogido mis ansiadas vacaciones después de todo el verano dando el callo en la oficina, pero cuando estaba pasando unos días por Asturias se me brindó la oportunidad de acudir a la 69 edición del Festival de Cine de San Sebastián, y después de unas gestiones pude reservar cuatro días completos para estar en tan interesante evento.

 

A pesar de la distancia de la que se encontraba el alojamiento del centro neurálgico del festival; del tiempo, que a veces descargaba esa lluvia que muchas veces acompaña a nuestro querido norte; de ser la primera vez que acudía como acreditado, he tenido la sensación de ser un privilegiado al poder vivir de primera mano los entresijos de uno de los grandes festivales internacionales de cine de todo el mundo.

 

La playa de la Concha, un precioso paseo a orillas del mar.

San Sebastián es una hermosa ciudad a la que uno no se cansa de volver. Caminar por sus paseos con vistas a las playas de Zurriola y la Concha; detenerse a admirar la pericia de los innumerables surfistas que cabalgan el fascinante Cantábrico; dejarse acariciar por la brisa marina; recorrer sus calles, impresionado por su multiculturalidad y su majestuosa arquitectura; adentrarse en alguno de sus innumerables bares y restaurantes, dispuesto a deleitar el paladar con su deliciosa y cuidada gastronomía. Son algunos de los atractivos que ofrece Donosti, un lugar que puede amanecer desapacible, obligándote a cargar con el jersey y el paraguas, para luego, a media mañana, tornarse luminoso, haciendo de ellos un estorbo, pero regalando a cambio bellísimas instantáneas a nuestros maltratados ojos.  

 

La plaza de la Consitución, símbolo de la ciudad.

Es, además, una ciudad que supura cine por todos sus rincones, una ciudad totalmente volcada con un evento de primera clase internacional al que esperamos seguir acudiendo cada segunda quincena de septiembre.