miércoles, 8 de febrero de 2017

FRANTZ (François Ozon, 2016)

"Entre la culpa y la melancolía"




El cine es un magnífico canal para representar las consecuencias que desata el sinsentido de las guerras. Así, el director francés François Ozon nos trae un relato de elevado tono antibelicista basado en la película Remordimiento, dirigida por Ernst Lubistch en 1932.


En una pequeña localidad alemana después de la Primera Guerra Mundial, Anna (Paula Beer), que todos los días lleva flores a la tumba de su marido Frantz, asesinado en Francia, se topará con Adrien (Pierre Niney), un misterioso joven francés que guarda un pasado común con su marido. La presencia del joven creará reacciones imprevisibles en un entorno marcado por la derrota.




El director rueda la película en un estricto blanco y negro, con que refleja la austeridad alemana de la época, que, sin embargo, muda al color en los momentos en que se revive al ausente.




La película toca temas siempre a la orden del día como la desconfianza y miedo al extranjero, el dolor de la pérdida, lo absurdo de las guerras que hace enfrentarse a gente normal con vidas normales y que tiene fatídicas consecuencias, la ilusión por mantener vivo el recuerdo de los seres queridos que ya no están, el sentimiento de culpa…




Cabe destacar a la pareja protagonista, una Paula Beer de melancólica mirada, llena de insinuaciones, y un Pierre Niney que quiere redimirse de su pasado. Ambos crean una atmósfera de ambigüedad que otorga un halo de intriga a la historia.




En definitiva, una conmovedora película que apunta directamente a la sensibilidad del espectador mostrando de una forma muy directa el dolor que produce las guerras tanto en vencedores como en vencidos.

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