martes, 31 de enero de 2017

LA CIUDAD DE LAS ESTRELLAS (LA LA LAND) (Damien Chazelle, 2016)

"La nostalgia de lo que pudo ser..."
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El musical es un género que no se suele prodigar mucho en la pantalla grande y, cuando lo hace, es una rareza que mucha gente no se atreve descubrir. Sin embargo, cuando, como es el caso, la película viene respaldada como la de más nominaciones de la historia, la gente ve picada su curiosidad y la taquilla lo agradece.


Mia (Emma Stone), una aspirante a actriz que, entre audición y audición, trabaja como camarera en una cafetería cerca de unos grandes estudios de Hollywood, y Sebastian (Ryan Gosling), un pianista enamorado del jazz que toca en tugurios de mala muerte, cruzan sus vidas y se enamoran; pero su amor se verá amenazado por las aspiraciones profesionales de cada uno.




En su tercer largometraje, el joven director americano Damien Chazelle nos regala un brillante trabajo en forma de historia de amor de corte clásico (tanto que a veces uno no sabe si la acción se desarrolla en la actualidad o en los años 60) entre dos jóvenes soñadores, con unos entretenidos números musicales en los que la pareja protagonista demuestra sus sobradas habilidades tanto para el baile como para el canto, un maravilloso trabajo de montaje y una espléndida banda sonora.




Muy destacable es el sobresaliente trabajo hecho por los actores, tanto la dulce Emma Stone, como el elegante Ryan Gosling; ambos logran, desde un primer momento, hacer empatizar al espectador con sus tristezas y alegrías. No menos importante es el papel que toma la ciudad de Los Angeles, enmarcando momentos únicos que se quedarán marcados a fuego en nuestras retinas.




Una deliciosa y para nada empalagosa historia de amor, de amor verdadero, generoso, aquel que no se pone como excusa para entorpecer los sueños de la otra persona o los propios, y que son precisamente lo que hace a cada uno especial.




Desde el impactante preludio, uno es atrapado por la vistosidad y espontaneidad que derrocha la cinta, rematada con un conmovedor epílogo que llega a lo más hondo del alma. Una muy recomendable película que te hará abandonar la sala con unas ganas terribles de bailar… por lo menos, en mi caso.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo en todo Un disfrute de película

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  2. Muchas gracias María José, al salir del cine me gustó pero ha sido el poso que me dejo durante los días de después por lo que me he animado a recomendarla. Una auténtica delicia..

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