"El silencio lo es todo"
El silencio suele ser un lugar de retiro, de recapacitación,
donde reina la paz y la calma. Sin embargo, en esta ocasión nos encontramos que
no emitir ningún sonido se convierte en una forma de supervivencia.
Una familia que vive aislada en el bosque debe mantenerse
unida, cuidando de no hacer ruido para mantenerse a salvo de una invidente
criatura con un oído extremadamente fino y sedienta de sangre.
A pesar de que el género de terror no esté entre mis
preferencias, el realizador y actor John Krasinski nos ofrece una película
llena de tensión que mantiene el suspense durante todo el metraje, regalándonos
claustrofóbicas escenas que hacen del filme un auténtico thriller.
Lo más chocante es la acertada elección del silencio como
motor de la historia, en contraposición con lo que suele ser habitual en un
género que tiene los gritos y efectos sonoros como premisa. El silencio hace
que los protagonistas tengan que expresarse sin palabras, logrando una gran
complicidad entre ellos, pero también simboliza todo lo que callamos por miedo.
Del buen reparto con el que cuenta la cinta destacaremos
ante todo la presencia femenina: por un lado, la actriz británica Emily Blunt,
que da vida a una luchadora madre de familia que hará lo imposible por
sobrevivir y proteger a su familia, y, por otro, la joven actriz americana
–sordomuda de nacimiento– Millicent Simmonds, que brilla con la naturalidad y
convicción que insufla a su personaje.
Una disfrutable y sorprendente película que nos hará
mantenernos en alerta durante 95 minutos, apartándonos del molesto y continuo ruido al que nos vemos sometidos en nuestro día a día.
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