"Hermoso haiku cánido"
En un momento en que el gato parece ser la estrella en
multitud de redes sociales, ya sean de famosos o no, se agradece dar
protagonismo a un animal tan leal y lleno de cariño como es el muchas veces
maltratado perro.
Después de una epidemia de gripe que afecta a la población canina de Megasaki, su alcalde decreta enviar a todos los perros a una isla-vertedero en la que permanecerán recluidos. Seis meses más tarde, el joven Atari se planta allí con la intención de rescatar a su querida mascota.
El director texano vuelve a recurrir a la técnica de
animación stop motion –como ya hizo
en Fantástico Sr. Fox– para crear un producto con el que seguir
deleitándonos con su característica y magnética estética visual, cuidada hasta el
último detalle, y unos ingeniosos personajes que nos regalan divertidos y
sugerentes diálogos. Todo envuelto bajo la batuta del compositor Alexandre Desplat, que da a la historia el tono ceremonial y emotivo que requiere.
Anderson sitúa la acción en un imaginario Japón que tiene un
toque retro futurista con el que homenajea el cine japonés que tanto admira. Su
sencillo guion –interrumpido solo por algún que otro flashback que resta algo de ritmo a la historia– acaba mostrando
detalles muy presentes en las sociedades en que vivimos, como la corrupción
política o el trato dado a los refugiados, representados por los canes.
Una cita ineludible para cualquier enamorado de la
animación, de los perros, de la cultura nipona y del cine en general. Porque,
con esta cinta, el bueno de Wes Anderson se reafirma como el más fiel y mejor amigo del hombre…
No hay comentarios:
Publicar un comentario