Hacernos mayores nos cambia, y, si no, que se lo digan al
incorregible director americano Sean Anders, que en su último trabajo nos
cuenta una historia con tintes autobiográficos, eso sí, sin perder en ningún
momento el toque cómico que le caracteriza.
La feliz pareja formada por Pete y Ellie decide convertirse en familia de acogida de Juan, Lita y Lizzy, tres niños de origen latino que son hermanos entre sí. La felicidad de la primera toma de contacto pronto se tornará en preocupación a medida que avanza la convivencia.
El feliz matrimonio decidido a adoptar. |
Estamos ante una película familiar pensada para hacer sentir
bien al espectador. Basada en la experiencia del director, la cinta cuenta,
entremezclando comedia y drama, la situación que vive la nueva familia: por un
lado, la joven pareja que de repente tiene que enfrentarse a tres hijos ya
criados, y, por otro, los hermanos que se debaten entre la calidez que ofrece
una familia y el deseo –especialmente de la hermana mayor– de recomponer su
familia original.
La nueva familia disfrutando todos juntos. |
Aunque tiene algún que otro momento algo almibarado, hay que
decir que ese azúcar no desvirtúa en ningún momento el mensaje final de la
cinta. El reparto es muy acertado, con Mark Wahlberg y Rose Byrne desprendiendo
química como pareja protagonista; los rodean unos secundarios de lujo, como las
estupendas Octavia Spencer o Margo Martindale.
La abuela paterna es un gran apoyo para la primeriza pareja. |
Una propuesta que puede pasar desapercibida en la avalancha
que últimamente viene sufriendo nuestra cartelera, pero que sorprenderá
positivamente al espectador que sienta curiosidad por el devenir de esta singular familia.
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