Los recuerdos de infancia quedan marcados para siempre como
si fuesen a fuego. Aquí, el director británico Sam Mendes (American Beauty)
da forma a las batallitas que cuendo era niño le contaba su abuelo, combatiente
británico durante la I Guerra Mundial con diecinueve años.
Dos jóvenes soldados británicos reciben una misión
prácticamente imposible: hacer llegar a otro batallón un mensaje que puede
evitar la masacre de miles de soldados, entre ellos el hermano de uno de ellos.
 |
Los dos jóvenes soldados en plena misión. |
Rodada en un laborioso plano secuencia, la cámara sigue la
odisea que los soldados padecen para intentar llevar a cabo su cometido.
Demostrando un virtuosismo y un trabajo de campo realmente admirable, el
director nos obliga así a participar de la crudeza de las trincheras, a palpar
las consecuencias devastadoras que implica una guerra.
 |
Colin Firth da via al coronel Erinmore. |
La elección de los casi desconocidos jóvenes actores George
MacKay y Dean-Charles Chapman para llevar el peso de la historia es muy
acertada. Completan el reparto Benedict Cumberbatch, Colin Firth, Richard
Madden y Andrew Scott, que hacen que la historia fluya como la seda.
 |
En pleno combate a punto de cumplir la misión. |
Una trepidante y sorprendente película que se debe disfrutar
en la gran pantalla y que ayuda a mantener el recuerdo de aquellos soldados que
se vieron involucrados en uno de los más cruentos conflictos bélicos de la
historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario