"El poder de un niño y el valor de su padre"
Cuando un padre no asume sus responsabilidades como tal, muy
probablemente, con el tiempo su hijo intentará cuidar del suyo a toda costa
para evitarle situaciones traumáticas que él ha sufrido. Éste es el principal
motor de la historia que nos cuenta Jeff Nichols, autor de las notables 'Take
Shelter' y 'Mud'.
Roy (Michael Shannon), con la ayuda de su buen amigo de la infancia Lucas (Joel Edgerton), trata de proteger de los peligros que le acechan a su hijo Alton (Jaeden Lieberher), a quien el Gobierno ha descubierto poderes sobrenaturales.
El director, dotando a la obra de un halo de grandes
clásicos de la ciencia ficción ochentera, logra mantener un inquietante
suspense durante toda la primera parte, en que el espectador, sin saber bien
qué deparará la historia, está a expensas de lo que le va pasando a sus
protagonistas. En el tramo final, sin embargo, ese suspense desaparece, la
cinta pierde bastante fuerza y el interés se diluye.
Es de subrayar, no obstante, la sensibilidad que transmiten
ese padre y, más tarde, también la madre en su lucha contra viento y marea por
salvar a su especial hijo. Al cargo de las interpretaciones están Michael
Shannon, un valor que hace interesante cualquier película, y Kirsten Dust,
estrella a quien no se le pone nada por delante.
Un filme especialmente recomendado para los amantes de la
ciencia ficción que, con un aire a películas como E.T., encierra una emotiva
relación paterno-filial.
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