“Cuando la necesidad entra por la puerta, la dignidad se
escapa por la ventana”
Como no podía ser de otra manera, esta semana nos vemos
en la obligación de recomendar la fantástica película británica Metro Manila (2013), que tanto hemos nombrado
a lo larga de esta semana y que tan buenas sensaciones nos ha dejado en los
paladares del alma.
Dirigida por el británico Sean
Ellis y rodada íntegramente en Filipinas en "tagalo", la lengua nativa
del país. La cinta cuenta la historia de una familia que vive en el norte de
Filipinas y que ante la imposibilidad de seguir viviendo del dinero que
obtienen de las cosechas de arroz en condiciones mínimamente dignas, emprenden
viaje hacia una incierta Manila en busca de un "presente" mejor.
Una vez allí, nuestra joven pareja protagonista se las
verán y desearán para seguir adelante y no quedar atrapado en ese laberíntico
nido de corrupción y violencia que es la capital de Manila, el cual queda
reflejado de una crudeza aterradora durante todo el metraje del film. Pronto
descubrimos que lo que en principio parecía ser una película dramática más, se
torna en un trepidante thriller, en el que la búsqueda de los actos esenciales por
cualquier ser humano, como conseguir un trabajo digno, una casa, comer, toman
forma de muros prácticamente infranqueables.
Poco más cabe decir sobre este pequeño y concentrado
dulce que se nos presenta en un envoltorio filmado con maestría y delicadeza, y
en el que nuestro admirado Robin Foster pone la guinda con una cuidada banda
sonora. Una de las películas más sugerentes que hemos visto en los últimos
tiempos.
Puede que no sea la película con más copias en el “videoclub”,
pero merece la pena que rebusquen un poco y la consigan. No les defraudará.
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